Opinión personal:
Es uno de los libros que compré en la feria del libro el año pasado y al fin me animé a leer, es una historia interesante que engancha facilmente al lector en la historia. Lo que más me gusto es que cada capítulo termina en un momento de incertidumbre, justo en lo más emocionante, que te hace querer seguir leyendo y me gusto cuando la historia llega a dividirse y los capitulos se alternan para contar ambas historias, ese detalle me agrado bastante, como si fuese una serie de televisión. Incluso llega a contarlo desde el punto de vista de un Zombie.

Lo que me dejo algo inconforme quizás es que el autor al ser español hace parecer que España es posiblemente quién salga vivo de algún apocalipsis como éste, aun así la historia breve del origen del caos está muy bien fundamentada y pudo dejar en claro por qué fué España y no otro país. Cosa que dicen es un resumen de lo que viene en el primer libro.

Después de leer el libro me enteré que es la segunda entrega de la trilogía de novelas sobre zombies de Manel Loureiro iniciada por "El principio del fin". Creo que le gustaría a los seguidores de The Walking Dead que ya deben saber que lo más peligroso no son los zombies, que en éste caso quedan como personajes secundarios que no intervienen mucho en la historia, sino más bien de los mismos sobrevivientes de un apocalipsis. En estos casos no sabes en quien confiar, no sabes que pueden hacer los humanos por el instinto de sobrevivir.

Otro dato más es que la novela inició en un blog, así como el tuyo, como el mio, como los que leemos diariamente. Una muestra para todos esos escritores de que es posible cumplir esa meta de algún día llegar a tenerlo en papel.

Lo recomiendo bastante para salir de las novelas habituales. A mí me gusto mucho a excepción de uno que otro detalle por ello le pongo cuatro estrellas, quizás después de leer el siguiente tenga que agregarle la otra estrella, por eso espero leer el siguiente pronto, o el primero para cubrir más detalles. Y para quienes lo hayan leído, sin duda desearán un amigo como Pritchenko, esa amistad como "Batman y Robin" que siempre están en los peores momentos para salir del lío.

-¡Tenemos compañia!-grité a pleno pulmóm. Había escuchado esa frase en infinidad de películas de Hollywood. En boca de los aguerridos protagonistas de las películas siempre sonaba confiada, viril y potente, pero a mis oídos, mi propio grito sonó como el graznido atemorizado de un eunuco.

Calificación: